miércoles, 21 de mayo de 2014

VENEZUELA EN EL BOLSILLO DE LOS CASTRO

VENEZUELA EN EL BOLSILLO DE LOS CASTRO

 Esperó cuarenta años para meterse a Venezuela en el bolsillo, y lo logró”. Con esta frase el teniente coronel Juan Reinaldo Sánchez, antiguo guardaespaldas de Fidel resume en “La vie cachée de Fidel Castro”[1], la obsesión por Venezuela del hombre que reina en la Habana.
Los venezolanos lo sabemos. Nos consta que quiso seducir a Betancourt al caer la dictadura de Pérez Jiménez, cuando pensaba que con buenos modales podría conseguir petróleo barato. Nos consta, también, que al fracasar en ese intento buscó los caminos rudos de la injerencia y la guerra, financiando la fallida invasión de machurucuto y las actividades de la guerrilla durante los primeros años de la democracia en Venezuela. A pesar de esos fracasos, Fidel no cejó en su intento y finalmente, con la llegada de Chávez al poder, logró meterle la mano al petróleo venezolano. 
De este tema, al menos en Venezuela, se ha hablado bastante. En cambio, de la Isla Cayo Piedra, una pequeña joya para goce personal de Fidel, situada a 15 Km de la costa sur de la isla, no habla nadie y menos aún los pobres cubanos que ni siquiera imaginan que existe.  Sólo la conocen algunos cómplices extranjeros, García Márquez entre ellos, que han tenido el privilegio y el placer de compartir ese paraíso por invitación expresa del reyezuelo. Cuando así ha sido, los favorecidos han podido alojarse y disfrutar de la casa de la Isla Sur (porque hay que aclarar que el cayo lo forman dos islotes unidos por un puente de 215 metros que Fidel hizo construir por el hermano de Camilo Cienfuegos cuando decidió hacer de ese lugar su edén privado). Emulando a los marajás del Rajastán, Fidel acostumbra pasar allí la estación seca, de junio a septiembre, porque en el período de lluvias prefiere ir a La Deseada, otra de sus propiedades, y practicar la cacería de aves (patos y otros especímenes).  Así pues descubrimos, en este libro de Sánchez, que Fidel es un deportista insigne: pesca y hace submarinismo una temporada y, la otra caza… y no sólo animales sino cretinos.
Pero ¿no nos habían dicho que las vacaciones eran burguesas?  Sí, pero eso sólo se lo creen los idiotas, porque Fidel, Dalia y sus 5 hijos se relajan en los predios de Cayo Piedra. Allí pescan la langosta, crían tortugas, nadan en la piscina de agua dulce, y disfrutan deliciosos paseos a bordo del yate Aquarama , paseos que pueden terminar con un copioso almuerzo bio en el restaurante flotante del cayo o, disfrutando del juego de los delfines en el delfinario, instalado especialmente para placer de los Castro, no muy lejos de la rampa de tiro para misiles sol-aire. Por que no hay que olvidar que la guerra siempre amenaza. El libro de Sánchez trae una foto aérea del Cayo. Al verla comprendemos la afición de ciertos dirigentes venezolanos por el mundo marítimo. Sin duda un Aristóbulo no hace sino seguir, a una milla náutica, la travesía del líder máximo.
 La vie cachée de Fidel Castro”, escrito con la colaboración del periodista Axel Gilden, y en venta desde hoy en las librerías de Francia, es también tema de portada de la revista L’Express. Vale pena leerlo. No sólo revela la existencia de un lugar secreto de los Castro, develando así el plumaje hipócrita del rey de Cuba, sino que permite comprender un poco más cómo se manejan los hilos de la política de izquierda en América Latina. Así, por ejemplo, se hace transparente el incomprensible nombramiento de un personaje inefable, la señora Adina Bastidas, que pasó de gremialista en la UCV a ¡Vicepresidenta de la República!.  Cuenta Sánchez que esta señora (y como ella muchos otros que no imaginamos) fue reclutada por el Departamento América cuando era consejera del gobierno sandinista,  a fines de los setenta, y actuó como una de las fichas iniciales de Fidel en el gobierno de Chávez. Comprendemos también el rol clave del hombre de la modernización informática y comunicacional del país, Ramiro Valdez, clave en el avance de la izquierda en Centroamérica y en  el control de Venezuela ahora.
Podemos inferir que cada viaje hacia la isla tiene como finalidad recibir instrucciones políticas. Desde allí se controlan los hilos del poder en Venezuela. Y ¿los venezolanos qué?: pues no queda más remedio que concluir que el pueblo ha caído por inocente y que los mandones de turno se erigen sobre la canallada y la deshonra, pues después de 15 años de revolución el país  no es nuestro y la divisa de sus habitantes es: miseria.  A buscar la explicación en Cayo Piedra, el síntoma del socialismo del siglo XXI.








[1] “La vie cachée de FIDEL CASTRO. Les révélations explosives de son garde du corps personnel”. Edic. Michel Lafon, 2014

miércoles, 14 de mayo de 2014

LA MUD Y EL NUDO GORDINAO


MAYO 14-20014

 LA MUD Y EL NUDO GORDIANO

¿Podrá MUD reunir sus cabezas? ¿Será posible desarrollar una acción política conjunta, fuerte y efectiva, que sustituya la marcha esquizofrénica hacia la nada?
Frente a la vileza del gobierno al perseguir, torturar y asesinar a los jóvenes, en cuyas espaldas la sociedad ha dejado reposar la lucha contra  el gobierno, una conducción decidida resulta no sólo indispensable sino URGENTE. El riesgo es que el poder acabe con nuestra juventud y de ocurrir eso, los políticos, así como otros liderazgos que se mantienen al margen (empresarios, comerciantes, gremios, etc.) serán vistos como canallas que montaron sobre los hombros juveniles una tarea que debería ser de todos los que creen en la democracia. 
Quizá sea hora de reflexionar sobre la naturaleza de ese cuerpo que camina en direcciones diferentes. Quizá sea necesario romper el nudo gordiano que pone en vilo la unidad y mantiene a la MUD dando tumbos de borracho:
1.- Es primer obstáculo que tiene la MUD es que la mayoría de sus integrantes tienen su corazón en la izquierda (socialdemócratas, centro izquierdistas e izquierdistas moderados o social cristianos). Incluso, muchos vienen de las filas del chavismo. En esas condiciones, la MUD tiene serias dificultades para crear un discurso diferenciador, antes bien, buscan entusiasmar a las masas chavistas y piensan que, para lograrlo, no deben enfrentar al gobierno. En esas condiciones resulta imposible crear una diferenciación política y SIN DIFERENCIACION NO HAY POLITICA DE OPOSICION POSIBLE.
2.- Por su parte el gobierno, que sabe que la diferencia es esencial se ha ocupado de crear una oposición a su medida: identifica sus “enemigos” con calificativos que reproducen, en esta época, el mismo desprecio que producía la acusación de “gusanos” a comienzos de la revolución cubana. De esa forma, calificando de “fascistas”, “escuálidos” y “vendepatria” a la oposición, el gobierno lleva la polarización a extremos muy peligrosos. Cabe recordar que en Rwanda la deshumanización comenzó cuando Joshua Arap Sang, en su programa radial, llamó a los Tutsi “cucarachas”. No es de extrañar, por ello mismo, que hoy día en Venezuela se asesine ciudadanos por cualquier cosa y que la gente comience a acostumbrarse a la represión. Eso evidencia que el proceso de deshumanización ya está en marcha y urge detenerlo para evitar más muertes.

3.- Para disimular su intención genocida el gobierno pone en marcha, de vez en cuando, una escena de conciliación. En el pasado Chávez pidió perdón varias veces y recientemente el diálogo ofrece la mascarada para una tolerancia que no existe.
4.- Los que lanzaron la consigna “la salida” abrieron el espacio para una diferenciación pero, desafortunadamente, esa estrategia no ha venido acompañada de un discurso diferenciador.  Es una estrategia que simplemente dice ¡basta!. Y ello no es suficiente, sobre todo porque el corazón de izquierda de la MUD, que se niega a que lo identifiquen como “anti-chavista”, no ve la oportunidad que se ha abierto ante ellos. De allí los tumbos de borracho de la MUD, cuyas cabezas jalan el cuerpo en direcciones diferentes.
Entonces…, el gobierno lleva las de ganar.
El nudo gordiano radica, pues, en la diferenciación política. Lo explico: hoy día, ante el país y ante la comunidad internacional, se tiene la convicción de que el gobierno venezolano no es un gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos. Ello desnuda el carácter dictatorial y autoritario del régimen y permite, a la oposición, relacionar la política centralista, militarista y policial, con la crisis económica, el desabastecimiento y la criminalidad. Así mismo, no hay manera de rebatir el hecho de que la izquierda está en el poder y, en consecuencia, no se puede enfrentar a la izquierda desde la izquierda. Tampoco se puede desde la derecha pues en Venezuela no ha existido ni existe una derecha (salvo ciertas individualidades aisladas). De manera que no importa si el corazón bate hacia un lado o hacia el otro, lo que sabemos es que puede batir con fuerza en el terreno de la lucha por la democracia y el bienestar, lucha que les es común y que la misma MUD plasmó en el acuerdo que firmaron: el de luchar contra un gobierno cuya ideología “es contraria a los principios democráticos, ha traicionado el acuerdo social que rige a los venezolanos desde 1999, violado constantemente la constitución, irrespetado la separación de poderes, pisoteado la participación, inclusión y pluralidad
La consigna es contra la dictadura, el militarismo y todas sus secuelas: corrupción, violencia y hambre. Allí cabemos todos… , menos la oligarquía que gobierna.



domingo, 4 de mayo de 2014

F.MIRES Y LA MUD


Paris, 4 de mayo 2014

Estimado Profesor Fernando Mires.
Me permito enviarle estas reflexiones porque usted se ha convertido en uno de los intérpretes más destacados de la situación política venezolana y sus análisis son leídos por aquellos que buscan tomar distancia e introducir sensatez en el complejo y enredado panorama que vive el país. Quisiera, con ello, llamar su atención sobre el tema de la MUD, especialmente sobre los aspectos abordados en su reciente artículo: “No habrá salida sin la MUD”.
La MUD, en su opinión, es un frente político que agrupa y coordina partidos y asociaciones  no chavistas cuyo rol es (ha sido) defensivo, lo que no excluye, según usted, que puedan pasar la ofensiva. En el seno de ese frente conviven tendencias diversas que, sin embargo, en su opinión, no son ni programáticas ni ideológicas puesto que la mayoría de las organizaciones expresan opiniones de centro izquierda. Por ello, frente a la “salida” propuesta por Machado y López, usted deja abiertas las interrogantes sobre si las diferencias de estos dos líderes serán estratégicas, tácticas o personales o “un poco de todo eso”. Considera usted que la MUD debe “interpretar la realidad política” y que sería una locura que adaptara su política a la de los estudiantes, lo que no impide, en su opinión, que lleve adelante tareas “no espectaculares aunque muy importantes” como el diálogo.  Finalmente concluye que en períodos no electorales esa postura no da dividendos (no entusiasman dice usted), especialmente entre los grupos anti-políticos “cuyo acceso a la prensa es inversamente proporcional a su peso real”, grupos que, sin nombrarlos, usted dice que sufren “alucinaciones apocalípticas”. Finalmente concluye que el trabajo arduo de la MUD, “perforando a duras maderas con pasión” será el que dará resultado.
Coincido con usted en el papel corrosivo de las posturas anti-partidos y anti-políticas, si por anti-políticas entendemos aquellas posturas que rechazan la confrontación de ideas, valores, doctrinas y programas en el escenario público. En este sentido anti-político es el gobierno (que pretende imponer una hegemonía militar y revolucionaria) y anti-partidos son algunos sectores de la oposición que no reconocen ni respetan liderazgo ni organizaciones o partidos políticos. Esos grupos son los que llamo “busca novios” porque siempre encuentran defectos y parecen esperar un novio y no un liderazgo que los conduzcan a buen puerto. Ambas visiones son contrarias al espíritu democrático y en ello coincidimos.
Sin embargo, en la práctica, la MUD revela que es policéfala y su cuerpo camina en direcciones diferentes: quienes sostienen que no existe un espacio democrático, para convivir y debatir, tomaron la calle y quienes consideran que hay que defender por todos los medios los espacios democráticos tomaron el camino del diálogo. La MUD, si se debe a sus principios programáticos(en la MUD saben que el gobierno no cree ni en la democracia ni en el diálogo), deberían lidiar con esas dos posiciones y no abandonar ninguna de las dos. La manera de hacerlo, en mi opinión, podría ser exigiendo condiciones “democráticas” para el diálogo. Eso sería lo mínimo y lo coherente ¿no cree?. Y acá es donde, me parece, la MUD ha fallado. Si su rol es escuchar la realidad no podía ser sorda ante la fuerza de los grupos que optaron por la calle y si su rol es el de aprovechar los espacios democráticos, entonces el diálogo debía ser justamente la puesta en práctica de la democracia, por lo que resulta absurdo hacerlo a puerta cerrada.  No en balde, la reunión televisada causó gran impactó entre todos, chavistas y no chavistas.  Esa mínima condición de transparencia debió garantizarse a como diera lugar y, si no era posible con la televisión (entiendo que al gobierno no le convenía repetir el mal espectáculo que dio en la primera), entonces han podido exigir la presencia de testigos calificados que pudieran dar testimonio público y constante de lo que en esas reuniones ocurre. ¿Por qué aceptar un diálogo en secreto? ¿por qué no incluir representantes del Foro Penal por ejemplo, que conocen y han vivido a fondo el tema de la violación de derechos humanos? ¿Por qué no promover diálogos de calle (como intentan hacer los estudiantes), equivalentes al “gobierno de calle” que hace el gobierno?. ¿Por qué no filmar y luego retransmitir las discusiones?. En fin, cualquier solución que dotara de transparencia la acción política de la MUD serviría. Pero al aceptar dócilmente las condiciones de opacidad que ha impuesto el gobierno no sólo han traicionado sus propias convicciones democráticas, algo peor, han sembrado la desconfianza entre sus seguidores.
Cabe entonces la pregunta del porqué y acá, profesor Mieres, las mismas preguntas que usted se hace con respecto a las motivaciones de López y Machado debería hacérselas sobre la MUD. Mi experiencia pasada, en la Coordinadora Democrática,  me obliga a comentarle una experiencia personal:
Si usted recuerda, el conflicto en torno al Referendum Revocatorio,  última oportunidad, por cierto, de conflicto institucional que se vivió en el país (cuando hubo discrepancia entre el CNE y el TSJ con respecto a las “firmas planas”),  fue abortado en la desaparecida Coordinadora Democrática (CD) por quienes declararon con sarcasmo que si la oposición había recogido las firmas una vez podía recogerlas dos veces. Esos grupos, que no defendían valores ni instituciones, negociaron con el CNE.  En ese entonces, y soy testigo de ello pues representé a PV en esas discusiones, los partidarios de la negociación fueron los grupos que temían el avance de nuevos partidos, PJ y PV. Frente a la posibilidad de que esos partidos se fortalecieran prefirieron negociar.  Fueron esos grupos quienes, como decimos en criollo, dejaron a los magistrados del TSJ “colgados de la brocha” y sin dar tiempo a que se desarrollara el conflicto institucional, obligaron a recoger de nuevo las firmas. Ese vergonzoso episodio le entregó al gobierno el TSJ pues los magistrados que avalaron las firmas renunciaron al día siguiente de conocer la decisión de la CD. Desde entonces el TSJ fue rojo rojito. Entre tanto Chávez lanzó las misiones y retrasó en un año el referéndum.
En este momento es posible que se muevan los mismos temores. En esas condiciones, puede que grupos de la MUD prefieran caminar hasta las próximas elecciones esperando desplazar el nuevo liderazgo que está en la calle. Por ello, porque se que ese riesgo existe, quisiera pedirle a usted, un observador interesado e inteligente, que considere también esta posibilidad y, con ello, no sólo suavice sus opiniones sobre los que usted considera “alucinados” sino que le ponga un poco de presión a la MUD al analizar los riesgos, en este momento, de emprender acciones políticas poco transparentes y centradas en cálculos electorales.
Cordialmente,
María Sol Pérez Schael

PD: copio a Angel Alayón de PRODAVINCI

sábado, 9 de abril de 2011

¿PRIMARIAS YA?... ¡NO!


Lanzar un candidato cuando faltan casi dos años para las elecciones puede ser una locura. Expongo a continuación algunas razones:

1.- Venezuela es un país de opinión pública volátil. Tiene además un gobierno que controla el dinero, los medios y las instituciones y que todavía no ha visto suficientemente erosionada su popularidad. En estas condiciones, una batalla electoral larga, sería como lanzar al ruedo a un torero sin cuadrilla y sin capote y obligarlo a enfrentar un toro al que no le han tallado los pitones. Tendría que ser mago para sobrevivir.

2.- El venezolano no vota por un programa de gobierno o por haber hecho sesudos análisis sobre la grandeza o la eficiencia del candidato. Vota con las emociones, la rabia, el afecto ( por eso eligieron a Chávez en lugar de elegir a Salas Romer, gobernador con experiencia y éxitos probados). Así, pues, para ganar en el 2012 hace falta un candidato que conquiste al país con un flechazo, no con primarias. 

3.- En países como Venezuela, sin partidos ni doctrinas políticas institucionalizadas, la volatilidad de la opinión pública es altísima. Lo más fácil es, entonces, perder el afecto de los electores. Algunos dicen que  esa frivolidad se debe a que el venezolano juega a ganador. Es posible, pero lo que si parece evidente es que su lealtad política es mínima, por ello, la candidatura de oposición para 2012 debería definirse en el momento justo, ni antes ni después. ¿Cuándo es ese momento? No lo sé, pero no es ahora. Un candidato elegido hoy, sin campaña, sin haber recorrido el país ni enamorando al pueblo corre el riesgo de convertirse en un candidato volátil como la espuma. Recordemos a la pobre Irene Sáez.   

4.- Ganar las elecciones de 2012 sólo será posible si alguno de los posibles líderes deja de ser un candidato de la oposición para convertirse en un candidato de los venezolanos. Un candidato que conquiste a los indiferentes y a los decepcionados y ese candidato todavía no existe, hay que crearlo y crearlo de aquí al momento de las primarias, que se convertirían así en el mecanismo mediante el cual sería legitimado. Si así ocurren las cosas no habrá trampa que lo alcance.

Entonces, nos preguntamos: ¿por qué el apuro? ¿por qué no se muestran los rostros, varios, los mejores, y se los pone a recorrer el país? ¿porqué la oposición no se da tiempo para construir esa candidatura? ¿por qué quieren decidirla ya, sabiendo que la elegirían los opositores más recalcitrantes o los poderes que se esconden detrás de estos procesos? Responder estas preguntas sería un ejercicio interesante.

Me temo que el apuro lo tienen los que quieren controlar el futuro. A estos los hemos visto imponer personajes de manera irresponsable. ¡Creo que ya basta!

Hay otro argumentos para esperar:
*Tener varias candidaturas en la calle, intentando enamorar al pueblo, abriría muchos frentes de oposición.
* Muchos frente simultáneos distraerían las fuerzas y las energías del líder del gobierno y su fuerza se vería debilitada .
*Sin tener el adversario identificado, teniendo que pelear con varios a la vez,  muchos de sus dardos se perderían en el camino.

En cambio, si le ofrecemos desde ya una Diana para que apunte, les estaremos entregando el triunfo por adelantado. Por eso Chávez clama a gritos por un candidato.

lunes, 4 de abril de 2011

ENTREVISTA EL NACIONAL 03/04/2011


EL NACIONAL - DOMINGO 03 DE ABRIL DE 2011
Siete Días
entrevista 
María Sol Pérez Schael
"Juan Bimba y Mr. Danger forman parte de la ideología dominante"
La investigadora considera que la inmadurez, el resentimiento y los complejos acompañan al ser venezolano, que oscila entre dos roles: el de abusador y el de víctima. Afirma que el Caracazo no fue un acto revolucionario, sino una revuelta consumista, y que la clase media ha entrado en la historia de las revoluciones
TAL LEVY


Se ha dedicado a desmontar viejos mitos y expresiones arraigadas, hasta llegar a calificar "la siembra del petróleo", difundida por Arturo Uslar Pietri, de frase culturalmente malsana. Pero ¿seguimos viviendo prisioneros de esa frase? "Absolutamente", contesta vía correo electrónico María Sol Pérez Schael, socióloga y doctora en Ciencias Políticas que desde hace varios años vive entre Caracas y París, donde recientemente se incorporó al Grupo de Estudios Interdisciplinario sobre Venezuela, integrado por investigadores y doctorandos de diversas universidades de Francia. 

La profesora titular retirada de la UCV y autora de Petróleo, cultura y poder en Venezuela, merecedor del Premio Conac de Ensayo Mariano Picón Salas en 1994 y reeditado este año por Los Libros de El Nacional, ahonda: --Puedo afirmar que en Venezuela hay sólo dos maneras de entender el tema petrolero: una supone que el petróleo es dinero, de allí que tenga sentido hablar de "siembra". Sembrar significa invertir el dinero correctamente. La otra visión imagina al petróleo como una riqueza escondida debajo de la tierra, suerte de caja fuerte de Rico Mac Pato que "los villanos" (me refiero al imperialismo y a los poderosos) vienen a robarnos, por eso hay que venderlo bien caro, es decir, "a precio justo". Estas visiones son ahora ¡razón de Estado! Y eso es trágico. Me pregunto por qué nos resulta tan difícil comprender que el petróleo no es dinero sino energía, energía que se consume en las industrias y es justamente ese consumo, es decir, la compra del petróleo, lo que ha forjado la compleja civilización moderna. Los países que compran y consumen petróleo progresan; en cambio, los que lo venden son ricos pero llenos de pobres. 

--¿Existe una discrepancia entre lo que somos los venezolanos y cómo nos vemos a nosotros mismos? --No. Yo diría, más bien, que oscilamos entre dos visiones representadas en el esquematismo del "vivo" y el "bobo" (o el Tío Tigre y el Tío Conejo). 

Con la imagen del "bobo" asumimos el rol del pobretón buena gente y dominado; allí tenemos al venezolano que utiliza la filosofía del "miamor" para disfrazar su incompetencia o que pretende manipular culpando de sus males a los demás. Por eso son tan elocuentes las figuras del Juan Bimba, que representa al pueblo llorón y frágil, o la del indígena de buen corazón engañado por el colonizador, ese famoso malvado Mr. Danger. En otras ocasiones, cuando no juega a ser víctima, entonces el venezolano se vuelve victimario y a su servicio tiene la imagen de Bolívar, el superhombre que cree saber más que los demás, el prepotente que se siente con derecho a todo, el barbarazo, el que tira la parada. Generalmente, este superhombre triunfa en asuntos irrelevantes y hace boxeo de sombra. Vivimos alternativamente esos dos roles: el de abusador y el de víctima. Así nos vemos y así terminamos siendo. Los venezolanos somos incapaces de reconocer nuestra autonomía, responsabilidad o competencia. Somos acomplejados... Y por eso, resentidos. 

--¿Qué ha pasado con Juan Bimba? ¿Mr. Danger ha resurgido o siempre estuvo allí? ¿Quiénes dominan hoy nuestra verdad cultural? --Ambas imágenes nos han acompañado a lo largo del siglo XX y, para nuestra desgracia, continúan estando allí en este comienzo del siglo XXI. 

Lo único que ha cambiado es que Juan Bimba y Mr. Danger tienen ahora carta de residencia y legítimos derechos. Forman parte de la ideología dominante. La realidad es que vivimos bajo el imperio del superhombre que ha venido a salvar al incompetente pueblo incapaz de hacer las cosas por sí mismo. Ese superhombre, legítimo heredero de Bolívar, es el osito de peluche que nos acompaña en nuestra inmadurez. Pero no es una novedad. Nuestra historia podría escribirse con la disputa entre los que se sienten herederos de Bolívar por la sangre y la identidad de clase (los mantuanos o los amos del valle) y los que se sienten herederos por las armas (los militares y los revolucionarios). ¿El pueblo? Un convidado de palo, el pretexto utilizado por esos grupos para hacerse con el país. 

--En Petróleo, cultura y po- der en Venezuela, usted escribió: "Nuestros líderes, como lo vimos en 1936 y en 1983, se afirman mediocremente con el discurso animista y simplificador: la riqueza es mala, el petróleo es culpable, los ricos son amos, corruptos y traidores; el pueblo es bueno si cree en Bolívar, ladino y esclavo si admira la vida confortable". 

Entonces, ¿todo sigue igual? --Creo que mientras el país no asuma su realidad y no entienda cuáles son sus verdaderas capacidades y limitaciones, no saldrá adelante. Mientras no se asuma responsable de su destino en lugar de andar culpando a Colón, al imperialismo o a los ricos, vivirá bajo el embrujo de esas imágenes consoladoras: del pobre pueblo bonachón pero ingenuo y el malvado enemigo que nos impide ser lo que queremos. 

¡Madura mijo!, podría decir alguna de nuestras abuelas. 

--En ese mismo libro afirma que el Caracazo fue una explosión social, no una acción política, debido a la inmediatez del movimiento y a la fantasía consumista. Si es así, ¿por qué la llamada revolución bolivariana toma el Caracazo como piedra angular, originaria? --Creo que el Caracazo fue una revuelta consumista que tomó la forma tradicional del saqueo (no olvidemos que saquear forma parte de la cultura política del venezolano). Pero eso no debe confundirnos. 

Durante el Caracazo, la gente no se vengaba de los políticos; protestaba contra la exclusión del mercado, porque no soportaban el alto costo de la vida, porque los bienes que necesitaban estaban fuera de su alcance. Por eso salió a tomar lo suyo. ¿Acaso no nos dicen que el petróleo es nuestro?, ¿acaso eso no significa que la riqueza es de todos? En febrero de 1989, la energía de la gente se concentró en el pillaje de aparatos eléctricos, comida y whisky, a nadie se le ocurrió atacar Miraflores o las sedes de los partidos. No, el Caracazo no fue un acto revolucionario como lo pretenden ahora. Pero quien tiene el poder escribe la historia y ¿quién no querría contar en su haber con un movimiento de masas tan potente como lo fue el del Caracazo? 

--Thomas Friedman, columnista del diario The New York Times, ha formulado la primera ley de la petropolítica, según la cual los niveles de democracia y de libertades en un petroestado son inversamente proporcionales al precio del petróleo; es decir, mientras más alto está el barril, menos libertades hay. 

¿Cree que la Venezuela actual suscribe esta afirmación? --Como tendencia sí, pero eso hay que explicarlo. En mi opinión, la restricción de libertades está asociada a cualquier país en el que el Estado concentre el poder económico. 

Ese es el caso de buena parte de las naciones petroleras (hay excepciones como Noruega o Canadá), que convierten al Estado (en realidad al gobierno) en el capitalista más rico y, a veces, en el único capitalista del país. En esas condiciones es inevitable que disminuyan las libertades y la primera es la económica, pues quien gobierna puede distribuir esa riqueza entre los sectores que le son cómplices y arruinar a quienes lo adversan. Puede enriquecer a sus compinches y corromper a los ciudadanos al transformarlos en clientes. 

Si al enorme poder económico le agregamos el centralismo en el poder político y la desaparición de los contrapoderes de la democracia (autonomía del Poder Legislativo, Judicial y Electoral), entonces no hay individuo ni libertad que valga. En Venezuela vamos en ese camino, pero nos queda todavía un trecho por recorrer antes de llegar al abismo. 

--En un artículo publicado en su blog Criticon-line y reproducido en ABC de la se- mana, afirma que la tunecina es la primera revolución protagonizada por las clases medias y que éstas son la expresión política propia de las sociedades modernas. ¿Por qué? ¿Qué papel desempeña la clase media, que merma cada vez más, en una nación como Venezuela? --Desde el punto de vista de la teoría política y de la sociología, la clase media ha sido poco estudiada y, podríamos decir, hasta despreciada. Se le considera una clase social mezquina, individualista y sin identidad, indiferente a la vida colectiva y a la política. Es una clase social conformista que carece del glamour de la burguesía y de la identidad retadora del proletariado. Sin embargo, la política ya no es lo que era antes, cuando imperaban las ideologías y los partidos. 

Hoy en día, sin esas restricciones institucionales, el individuo, múltiple e infinito, se impone como el nuevo sujeto político por excelencia. Al lado de esa explosión de expectativas que representa el imperio del individuo, vemos desarrollarse sociedades hipercomunicadas con las nuevas tecnologías. De la combinación de ambas dimensiones, la individual y la tecnológica, surge una nueva forma de comunicación política instantánea e infinita. 

Las personas pueden organizarse alrededor de cualquier objetivo, por más irrelevante que sea, y para ello no necesitan el permiso de un partido o una organización, simplemente tienen la red. Por ello es que la política puede construirse desde el espacio privado e individual, y ése es el espacio de las clases medias. Así, pues, el individualismo ya no puede ser considerado asocial ni egoísta; al contrario, a través de Internet está volcado hacia la vida pública y, de ahora en adelante, será la base fundamental de las revueltas del futuro. Hay que decir que la clase media ha entrado en la historia de las revoluciones; lo hizo en Túnez, pero su eficiencia política ya había sido demostrada antes, si no pregúntele al presidente Obama.

sábado, 22 de enero de 2011

¡La REVOLUCION DE LAS CLASES MEDIAS! o la potencialidad política del individualismo (una paradoja aparente)


La “revolución del jazmín”, revuelta popular protagonizada por los tunecinos, ha tomado por sorpresa al mundo.
¿Quién podía imaginar que la “excepcionalidad” de ese país (isla de laicidad en medio de un entorno islámico, con una creciente clase media y un crecimiento económico promedio de 5% en la década de los noventa y más de un 3% en los últimos años) podría producir una revuelta que desalojaría del poder una dictadura de 23 años?  Sin embargo, eso es lo que ha sucedido y Zine el Abidine Ben Ali,  en el poder desde 1989 por obra y gracia de una reforma constitucional (2002) que le permitía la reelección infinita, huyó de su país el 14 de enero 2011. Es verdad que Ben Ali no es el primer dictador desalojado del poder. En Venezuela, sin ir más lejos,  hicimos huir en la “vaca sagrada” a Pérez Jiménez en 1958 (hecho que, por cierto, celebrará la oposición este 23 de enero). Pero, hay algo   inédito en  la revuelta de los tunecinos: esta es la primera revolución protagonizada por las clases medias . ¡Eso sí que es extraordinario!
 Esa revolución inédita se corresponde con un mundo que ha entrado, de lleno, en la era de la comunicación política instantánea y polisémica, es decir, una época en la que la dinámica social se rige por la inmediatez del sentimiento y por la imprecisión de las expectativas. Nadie sabe a ciencia cierta lo que la gente quiere ni con qué intensidad y, por ello, resulta complicado anticipar y controlar la reacción política.
Puede decirse que, en cierta forma, la clase media es la expresión política propia de las sociedades modernas, complejas e inestables (a veces a niveles caóticos), y que su articulación como sujeto político ocurre al margen de las formas tradicionales (ideologías e unidad de intereses) que antes controlaban y promovían los partidos y las organizaciones políticas.
   Obviamente, el desprecio de la teoría y la filosofía política por las clases medias ha impedido comprender el fenómeno que estaba perfilándose. De allí la sorpresa. No obstante, se puede decir que el individualismo, vilipendiado hasta el cansancio por religiones e ideologías,  ha encontrado finalmente su cédula de identidad y ubicado su propio canal de comunicación.  Ese canal es internet, que no sólo vuelca la energía de las clases medias hacia la ciudad y los “otros” sino que subvierte sus relaciones con el poder (político y mediático). Su fuerza no es fácil de controlar y los beneficios políticos que produce son difícilmente aprovechables por los oportunistas.  Su territorio es la calle, su ritmo la instantaneidad y su valor, la independencia. Así, las clases medias, profundamente despreciadas por egoístas, consumidoras e incrédulas, hacen hoy su entrada triunfal desordenando la política del siglo XXI.
Mientras celebramos con los tunecinos la huida del dictador, celebremos también el que la Revolución del Jazmín haya puesto en evidencia este nuevo fenómeno. Celebremos que la afición al consumo y el individualismo adquieran carta de ciudadanía y que no sean sinónimo de indiferencia ni de egoísmo. Celebremos que en las nuevas modalidades de relación social el individualismo pueda tener éxito en las calles. Celebremos que el derecho a buscar el bienestar y la seguridad, derechos por los que la clase media venezolana ha estado luchando durante estos años sean legítimos y realizables. Celebremos ese individualismo libertario que se opone a la deriva totalitaria de los neopopulismos y, confiemos en que al final serán los valores de la libertad individual los que derrumben, una vez más, las barreras de los totalitarismos.
Para los venezolanos será sencillo comprender ahora el temor que el gobierno siente por internet, ese nuevo e indomable articulador de masas y potencial amenaza para su estabilidad. Veremos si los cubanos, altamente experimentados en represión y cuyas tenazas ensangrentadas tienen en la mira a las redes de internet, logran llevarse por los cachos el individualismo de  la clase media venezolana. Veremos si el “side step” de Chávez llamando al diálogo,  al que se refirió Rafael Poleo en su crónica del 17 de enero 2011[1] da resultado, o si las clases medias, que se han anotado triunfos electorales, sólo le han dispensado un respiro inmediato preparando la próxima embestida.


[1] http://media.noticias24.com/1101/poleo17.html



viernes, 24 de diciembre de 2010

REFLEXIONES TRISTES DE FIN DE AÑO

Hay eventos políticos que invitan a la reflexión:
Laurent Gbagbo en Costa de Marfil ha perdido las elecciones y no ha entregado el poder. Las presiones internacionales han intervenido sin resultado y Alexander Lukashenko (Bielorusia) va por el mismo camino al realizar elecciones fraudulentas y luego meter presos a los candidatos presidenciales y más de 600 manifestantes. Estos señores están demostrando que pueden ser dictadores y la comunidad internacional impone sanciones y no pasa nada (¿a alguien se le ocurre pensar que el embargo a Cuba produjo algún efecto?). Por ese camino no se va a ninguna parte.
Pero vale la pena preguntarse qué es realmente un dictador.
Dictador no es el que quiere sino el que puede y para poder se necesita el respaldo de las armas. Por eso, puede decirse que Pérez Jiménez quiso pero no pudo pues los comacates lo sacaron del poder en poco tiempo. Hay otros, sin embargo, que quisieron y pudieron: JV Gómez es uno de ellos y murió tranquilamente en su cama. Franco, Stalin, Duvalier ídem, Castro va por el mismo camino. Antonio de Oliveira Salazar abandonó el poder después de casi 50 años por enfermedad (o vejez diríamos).  A Chapita tuvieron que asesinarlo en una emboscada pues estaba previsto que descansara en paz, cuando le llegara su hora, en su domicilio principal. Amin Dada salió del poder a causa de una invasión desde Tanzania y a Ceausesco lo arrastró la caída del muro de Berlín, es decir, el derrumbe de un mundo y una época que finalizaba (evento de envergadura mayor).
Hitler, Musolini y Milosevick no corrieron con la misma suerte por haber inventado una guerra. 
La lección es evidente: dictador es quien puede y si puede muere en su cama. Si se le ocurre hacer una guerra… probablemente no correrá con suerte.
No es un panorama alentador para finalizar el año ¿cierto?.