Paris, 4 de mayo 2014
Estimado Profesor Fernando Mires.
Me permito enviarle estas reflexiones porque usted se ha convertido en uno de los intérpretes más destacados de la situación política venezolana y sus análisis son leídos por aquellos que buscan tomar distancia e introducir sensatez en el complejo y enredado panorama que vive el país. Quisiera, con ello, llamar su atención sobre el tema de la MUD, especialmente sobre los aspectos abordados en su reciente artículo: “No habrá salida sin la MUD”.
La MUD, en su opinión, es un frente político que agrupa y coordina partidos y asociaciones no chavistas cuyo rol es (ha sido) defensivo, lo que no excluye, según usted, que puedan pasar la ofensiva. En el seno de ese frente conviven tendencias diversas que, sin embargo, en su opinión, no son ni programáticas ni ideológicas puesto que la mayoría de las organizaciones expresan opiniones de centro izquierda. Por ello, frente a la “salida” propuesta por Machado y López, usted deja abiertas las interrogantes sobre si las diferencias de estos dos líderes serán estratégicas, tácticas o personales o “un poco de todo eso”. Considera usted que la MUD debe “interpretar la realidad política” y que sería una locura que adaptara su política a la de los estudiantes, lo que no impide, en su opinión, que lleve adelante tareas “no espectaculares aunque muy importantes” como el diálogo. Finalmente concluye que en períodos no electorales esa postura no da dividendos (no entusiasman dice usted), especialmente entre los grupos anti-políticos “cuyo acceso a la prensa es inversamente proporcional a su peso real”, grupos que, sin nombrarlos, usted dice que sufren “alucinaciones apocalípticas”. Finalmente concluye que el trabajo arduo de la MUD, “perforando a duras maderas con pasión” será el que dará resultado.
Coincido con usted en el papel corrosivo de las posturas anti-partidos y anti-políticas, si por anti-políticas entendemos aquellas posturas que rechazan la confrontación de ideas, valores, doctrinas y programas en el escenario público. En este sentido anti-político es el gobierno (que pretende imponer una hegemonía militar y revolucionaria) y anti-partidos son algunos sectores de la oposición que no reconocen ni respetan liderazgo ni organizaciones o partidos políticos. Esos grupos son los que llamo “busca novios” porque siempre encuentran defectos y parecen esperar un novio y no un liderazgo que los conduzcan a buen puerto. Ambas visiones son contrarias al espíritu democrático y en ello coincidimos.
Sin embargo, en la práctica, la MUD revela que es policéfala y su cuerpo camina en direcciones diferentes: quienes sostienen que no existe un espacio democrático, para convivir y debatir, tomaron la calle y quienes consideran que hay que defender por todos los medios los espacios democráticos tomaron el camino del diálogo. La MUD, si se debe a sus principios programáticos(en la MUD saben que el gobierno no cree ni en la democracia ni en el diálogo), deberían lidiar con esas dos posiciones y no abandonar ninguna de las dos. La manera de hacerlo, en mi opinión, podría ser exigiendo condiciones “democráticas” para el diálogo. Eso sería lo mínimo y lo coherente ¿no cree?. Y acá es donde, me parece, la MUD ha fallado. Si su rol es escuchar la realidad no podía ser sorda ante la fuerza de los grupos que optaron por la calle y si su rol es el de aprovechar los espacios democráticos, entonces el diálogo debía ser justamente la puesta en práctica de la democracia, por lo que resulta absurdo hacerlo a puerta cerrada. No en balde, la reunión televisada causó gran impactó entre todos, chavistas y no chavistas. Esa mínima condición de transparencia debió garantizarse a como diera lugar y, si no era posible con la televisión (entiendo que al gobierno no le convenía repetir el mal espectáculo que dio en la primera), entonces han podido exigir la presencia de testigos calificados que pudieran dar testimonio público y constante de lo que en esas reuniones ocurre. ¿Por qué aceptar un diálogo en secreto? ¿por qué no incluir representantes del Foro Penal por ejemplo, que conocen y han vivido a fondo el tema de la violación de derechos humanos? ¿Por qué no promover diálogos de calle (como intentan hacer los estudiantes), equivalentes al “gobierno de calle” que hace el gobierno?. ¿Por qué no filmar y luego retransmitir las discusiones?. En fin, cualquier solución que dotara de transparencia la acción política de la MUD serviría. Pero al aceptar dócilmente las condiciones de opacidad que ha impuesto el gobierno no sólo han traicionado sus propias convicciones democráticas, algo peor, han sembrado la desconfianza entre sus seguidores.
Cabe entonces la pregunta del porqué y acá, profesor Mieres, las mismas preguntas que usted se hace con respecto a las motivaciones de López y Machado debería hacérselas sobre la MUD. Mi experiencia pasada, en la Coordinadora Democrática, me obliga a comentarle una experiencia personal:
Si usted recuerda, el conflicto en torno al Referendum Revocatorio, última oportunidad, por cierto, de conflicto institucional que se vivió en el país (cuando hubo discrepancia entre el CNE y el TSJ con respecto a las “firmas planas”), fue abortado en la desaparecida Coordinadora Democrática (CD) por quienes declararon con sarcasmo que si la oposición había recogido las firmas una vez podía recogerlas dos veces. Esos grupos, que no defendían valores ni instituciones, negociaron con el CNE. En ese entonces, y soy testigo de ello pues representé a PV en esas discusiones, los partidarios de la negociación fueron los grupos que temían el avance de nuevos partidos, PJ y PV. Frente a la posibilidad de que esos partidos se fortalecieran prefirieron negociar. Fueron esos grupos quienes, como decimos en criollo, dejaron a los magistrados del TSJ “colgados de la brocha” y sin dar tiempo a que se desarrollara el conflicto institucional, obligaron a recoger de nuevo las firmas. Ese vergonzoso episodio le entregó al gobierno el TSJ pues los magistrados que avalaron las firmas renunciaron al día siguiente de conocer la decisión de la CD. Desde entonces el TSJ fue rojo rojito. Entre tanto Chávez lanzó las misiones y retrasó en un año el referéndum.
En este momento es posible que se muevan los mismos temores. En esas condiciones, puede que grupos de la MUD prefieran caminar hasta las próximas elecciones esperando desplazar el nuevo liderazgo que está en la calle. Por ello, porque se que ese riesgo existe, quisiera pedirle a usted, un observador interesado e inteligente, que considere también esta posibilidad y, con ello, no sólo suavice sus opiniones sobre los que usted considera “alucinados” sino que le ponga un poco de presión a la MUD al analizar los riesgos, en este momento, de emprender acciones políticas poco transparentes y centradas en cálculos electorales.
Cordialmente,
María Sol Pérez Schael
PD: copio a Angel Alayón de PRODAVINCI
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